Poco a poco, la silueta de esta vasto partido de Cayo Castor va cambiando, propiciando así su habitacionalidad.
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Nuevos pueblos para Cayo Castor: el ambicioso proyecto encargado por el intendente y CEO de Cayo Castor a Rakomar tiene todo que ver con el progreso, la benedictud encomiable y la Paz Mundial; y nada que ver con la especulación inmobiliariosojera.
Estos son solamente algunos de los emprendimientos ya realizados…
Fin de obra: marzo de 3012.
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El proyecto de mayor envergadura que Rakomar haya enfrentado. Pero gracias a la financiación y apoyo de ESTAFILOCOCO Agronegocios todo es posible.
Esta vista muestra la unificación de Seco de Mirlo y Badaracco, linderos al Monte Condor.
Fin de obra: 2012.
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Complejo destinado a 30 buenas familias. Destrás del murallón de Álamo trembón encontramos, camino abajo, las playas de Punta Trombo.
Fin de obra: 2011.
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Casa construída en madera, destinada a la vigilancia del amplio campo agrícola. Este deck es sólo la punta de un fértil iceberg de verdor.
Fin de obra: 2009.
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Primera y última casa construída en el marco de la fallida urbanización de los terrenos adyacentes a la Base Militar Secreta. La aridez de la superficie de trabajo, la ausencia total de presupuesto y el veto de los altos mandos de la Entidad Supranacional de Seguridad determinaron la defunción definitiva de esta obra.
Fin de obra: 1999.
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Barrio «Los Planetoides», uno de los exitosos proyectos de vivienda social desarrollado en los distritos menos favorecidos del partido de Cayo Castor.
Fin de obra: 2007.
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De llamativa tipología, la iglesia de La Santa Sacrosistía (ubicada en pleno centro de Cayo Castor) fue encargada a Rakomar por el Vizconde Flint Billey San Sacrops Berkeley Fiume Firestone Waco Kreutz Tercero, el Loco del pueblo.
Fin de obra: 2000.
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Un barrio residencial con viviendas de gran categoría, creado especialmente por Rakomar para regocijo de los prósperos empresarios sojeros locales.
Fin de obra: 2008.
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La ciudad balnearia más exclusiva de Cayo Castor se merecía un hotel de calidad internacional. Sus 119.030 habitaciones están listas para recibir a los turistas más exigentes.
Fin de obra: anteayer.
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La ciudad balnearia más humilde y solitaria de Cayo Castor se merecía un museo enteramente dedicado a su principal recurso pesquero. Sus cuatro alas están listas para recibir a quienes pudieren llegar a interesarse en estas curiosas criaturas.
Fin de obra: 2008.
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La casa central de esta popular empresa familiar se vio rápidamente superada por las circunstancias, y la veracidad de su nombre corrió serio riesgo. Rakomar solucionó este y otros problemas con una propuesta simple y radical.
Fin de obra: 2004.
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Un cliente vino a Rakomar con ganas de que no trascendiera su identidad, y de una casa que le recordara su hogar natal. Rakomar cumplió con ambas requisiciones.
Fin de obra: 2007.
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